20/8/09
Una Derrota Previsible
Te admiro,
has hecho algo
jamás visto
por mis ojos.
Te ha sido entregado
un corazón puro,
con sutileza
y cuidado
lo has rechazado.
El tuyo está ocupado,
ya tiene inquilino,
humano afortunado,
guerrero abatido...
Me costó reunir
todo el valor
y la fortaleza
para decírtelo.
Ya sabía el final
de esta fría guerra
mucho antes de ver
su inicio.
Envié una carta
a tu corazón,
cargada iba
de sueños y amor.
¿Que hiciste con ella?
¿Por qué la leíste mal?
¿Por qué entendiste
que entre nosotros
el amor no se podría dar?
Ya tenía asimilada la derrota,
no me derrumbaré,
no lloraré,
porque mi victoria
nunca se llegó
a ver...
Mikel.
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