No tengo fuerzas
para seguir mi camino,
no tengo valor
para enfrentarme al destino.
No tengo una luz
con la que iluminar
la trayectoria
que mis pies dictan.
No tengo agua
con la que sanar
la dura sed
que en mi cuerpo grita.
No tengo alimentos
con los que alimentar
el oscuro hambre
que sufre mi alma.
No tengo nada
por lo que luchar,
por lo que pelear
hasta el final.
No tengo sueño
pues no duermo,
mi próximo descanso
será el eterno...
No tengo sangre
que recorra mis venas,
está toda seca,
paralizada y quieta.
No tengo un corazón
que sea capaz de bombear,
no llega sangre a mi espíritu,
se congela mi caminar...
No tengo aire que respirar,
con el que mis pulmones llenar,
con el que mi exhausto cuerpo
se pueda refrigerar.
No tengo ganas de llorar,
no tengo ganas de reír,
no tengo ganas de soñar
ni de volverme a despertar.
No tengo ganas de sonreír,
no tengo ganas de besar,
tan solo quiero caerme
y poder resucitar...
Mikel.