10/8/10
Mi Viejo Camino
¿Para qué llorar?
si no hay lágrimas;
¿Para qué reír?
La tristeza habita en mí.
¿Para qué luchar?
Si ya no hay esperanzas;
¿Para qué buscar?
Pues no encontraría nada.
Ya nada es igual,
ni las conversaciones,
ni las formas de mirar,
congeladas están.
Me niego a intentar
cambiar la realidad,
el traicionero destino
destruyó mi camino...
Ahora tendré que esperar
un nuevo resplandor de luz
que a mi corazón pueda guíar
paso a paso en la oscuridad.
Maldita calma en la tempestad,
maldita vela en la oscuridad,
maldito sueño que entre pesadillas
esperanzas hiciste despertar.
Y como a todo en esta vida,
te tengo que dejar marchar,
sin saber porque te fuiste,
sin saber si volverás...
Duele tener que partir,
emprender camino a la soledad,
duele tener que seguir
y a la felicidad olvidar.
Mikel.
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