29/7/10
El Sonido de los Pájaros
Un reloj en la pared
mueve las agujas
que van marcando
los segundos de mi vida.
Una vieja cama
sostiene mi cuerpo,
ausente de alma,
cercano al fuego.
Unas cortinas claras
del sol me protegen,
la luz me alumbra...
Una habitación fría,
en la esquina, un baño;
una vieja pantalla
de la pared colgando.
Un camino con montañas,
camino hecho de rayas,
máquina que lo dibuja
y de mí no se separa...
Noto el frescor en mis manos,
pierdo el control de mí mismo,
veo luz al final del camino.
Escucho el sonido de los pájaros,
cada vez más alto y contínuo,
ya no veo montañas,
es llano el camino.
Noto algo en mi pecho,
doloroso pero placentero,
relajo todo mi cuerpo,
incluidos mis pensamientos.
Aún así puedo escuchar,
gritos y lamentos,
gente llorar...
Ya no veo la pantalla,
ni las cortinas blancas,
ya no veo el baño,
ni la máquina que a mi lado estaba...
No puedo gesticular,
no me puedo mover,
solo puedo aceptar
que mi cuerpo quedó atrás.
Mikel.
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