3/12/09
La Hoguera del Amor
Condenado estoy
por traicionar
a mi religión, mi fé,
mi patria...
Maldita mujer,
el corazón me robó,
fuí tentado
a pecar.
El rey
la amaba,
ella no,
no le deseaba.
Prisionera estaba
en una fortaleza,
humillada y condenada
a cumplir las reglas.
La conocí en un banquete,
retorno de una batalla,
junto al rey sentada
sin poder moverse.
La lancé una mirada,
su sonrisa me respondió,
en un despiste de la alteza
un insinuación me mandó.
Y aunque sabia
que no debía,
que me condenarían,
yo respondí.
De la sala salimos,
en el jardín conocimos
lo que es vivir,
presa libertad...
Tuvimos un hijo,
amor se llamó,
el la querrá
aunque muera yo.
Y ahora la veo llorar
pues mi ejecutor
la va a arrebatar
su unico corazón.
Padre y Señor,
perdóname por intentar
salvar un corazón
que me intentó amar...
Mikel.
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