Refugio Para Pensar

El viento acaricia
mi largo y fino cabello,
hace que bailen las hojas
y que los pájaros jueguen
en el cielo.

La fuerza del mar
azota las rocas,
mueve las olas,
pasea las mareas.

La verde costa,
el lejano horizonte,
en un pasado
fin de la tierra.

Aquí puedo pensar,
estar totalmente sola,
respirar tranquilidad,
sentir bienestar.

A veces añoro
enamorada estar,
malas experiencias,
huí para meditar.

De joven vivía
en una gran ciudad,
había mucho stress,
faltaba amabilidad.

Mucho ejecutivo,
capitalismo sin par,
abundancia de dinero,
ningún hombre de verdad.

Todos querían mi cuerpo,
tan solo lo querían tocar,
creí enamorarme de un joven
que me intentó violar.

Me escape de aquel lugar,
he conocido la felicidad,
aunque no tenga agua caliente
ni una toma de electricidad.

En mi cara está todo el día
una gran y dulce sonrisa,
la calma es ahora
la dueña de mi vida...

Mikel.