Un Amor Prohibido

Desde la sombra de un árbol
observo el mar, las nubes;
veo como una joven corre
entre la hierba, disfruta.

La felicidad entró en su vida
después de que yo entrara,
vino del sur con su familia,
vino del sur por mí...

Estos parajes son tranquilos,
se puede respirar la libertad,
puedes sentir el bienestar
que el viento produce en tu cara.

La joven muchacha
tiene mi corazón,
nos casaremos
en unos meses
a los ojos de Dios.

Haremos dos celebraciones
por la diferencia de religión,
ella musulmana y yo cristiano,
pero puros de corazón.

Cabalgando a lo lejos
vienen unos caballeros,
con una cruz como estandarte
vienen a romper mis sueños.

No puedo evitar
agarrarla y correr,
intentar escapar
de sus lanzas,
de su maldad.

Corriendo por un sendero,
nos empiezan a alcanzar,
querernos es nuestro error
por el que vamos a pagar.

Me clavan una lanza,
mi cuerpo abatido está,
mi espíritu contempla
como la capturan.

Consigo oír sus gritos
suplicando piedad,
con un golpe en la sién
la vuelven a callar.

Juzgada injustamente
por la inquisición
es condenada a una
muerte brutal.

La agarran con unas cadenas,
la comienzan a torturar,
el derrame de su sangre
se anticipa a su final.

Con los ropajes rasgados
y el cuerpo desnudo,
la comienzan a azotar
con toda su crueldad.

Mi alma observa el desvanecimiento
de su cabeza, se alegra de pensar
que volverán a estar juntos,
sin crueldad ni injusticias.

La mañana siguiente,
al despertar, allí estaba,
junto a mí, en mi cama,
sin herida alguna,
con el alma en calma.

Mikel.